miércoles, 26 de enero de 2011

Por el mundo del Fontán.

                                                                       Plaza de Daoiz y Velarde


 Don PLÁCIDO LESACA.

 ¿Quién era Lesaca?. Un caballero que, desterrado a Oviedo por cuestiones políticas, emprendió aquí varios negocios y, acorde con sus ideas, tomo parte activa en subversiones auspiciadas por el progresismo; muy señaladamente, en los sucesos ocurridos cuando la revolución de Septiembre de 1868, formando parte del Comité del Partido Progresista. Integrado en la Milicia Nacional, estuvo al frente de las masas, mandando una compañía que años después salió en persecución de las fuerzas carlistas. Don Plácido Lesaca, en el 1875 concibió la idea de construir, por su cuenta y riesgo, un Circo de madera en terrenos que ocupaba entonces la huerta del Duque del Parque en la plaza de Daoiz y Velarde. El Circo aquel, un pabellón de regulares proporciones, tenía acceso por el portón que, aunque modificado, aún existe y da entrada a la calleja sita a la izquierda de la cochera de los herederos de San Feliz.
Inaugurado en 1876, ademàs de las indispensables funciones de circo -fuese o no Lesaca empresario exclusivo de ellas-, se dieron allí diversos festivales de baile y algunos que otros actos de carácter político. Incluso peleas de gallos. La duración del circo puede fijarse entre seis o siete años, pues, según se deduce de una noticia de prensa: "en 1881 andaba ya en decadencia. Siendo pocas, o acaso ninguna, las funciones de circo que entonces se daban allí. A lo sumo bailes de carnaval y alguna que otra fiesta". No obstante, puede aseverarse que por el pabellón establecido en el Fontán pasaron artistas que en la historia del circo figuran con calificaciones notables.
La prestigiosa COMPAÑÍA ECUESTRE de DÍAZ, en 1876 lo inauguró. En ella figuraba el joven portugués Enrique Díaz, quién, años más tarde alcanzó fama insuperable como adiestrador de caballos y artista ecuestre muy ponderado. Esta compañía cosechó en Oviedo muchos afectos y amistades pues durante aquella permanencia fueron muchas las señoritas ovetenses que, por las mañanas, acudían a la pista de Lesaca a recibir lecciones de equitación que solían dar padre e hijo, separadamente.
De carácter emprendedor y activo, además de la construcción del Circo del Fontán, fue uno de los primeros promotores de la construcción de la antigua Plaza de Toros del Fresno, y contratista de ella. Fundó la Empresa de Carruajes combinada con el Ferrocarril en servicio entre Busdongo y Oviedo, primero, y a Lena después, brindando siempre generosa protección a sus empleados y obreros.
Ya enfermo y falto de recursos, pasó Lesaca a Madrid cuando la Restauración; alcanzó modestísimo empleo en el Ayuntamiento y, en el lugar desde  el que hacia aquí viniera, acabó sus días, en Mayo de 1895.
La necrológica de Plácido Lesaca, publicada en "El Carbayón" (Oviedo, 17 de Mayo del  mismo año), que utilizamos en gran parte para establecer lo anteriormente escrito, finalizaba con estas palabras: "Y puede decirse que llevó resignado y con dignidad las contrariedades con que, en sus últimos días, le probó la suerte".
Otras de las actividades de Lesaca en Oviedo corresponden al rito masónico. En el año 1877, bajo el nombre simbólico de "Empecinado", era miembro de la logia "Luz Ovetense"; y en 1878, con idéntica nominación, en la logia "Nueva Luz". Y en cuanto a profesión, se le señala en ambas como propietario. Una rocambolesca historia en Oviedo, en unos años ciertamente difíciles.
   

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